Señas Personales

Comenzó a lavarlo y pronto reconoció la cicatriz de la herida que le había hecho un jabalí (…) y hablóle así : —Tú eres ciertamente Odiseo, hijo querido; y yo no te conocí hasta que te pude tocar con estas manos”.

Ὀδύσσεια, Canto XIX

“La identidad del hombre se establece por su cuerpo, y la identificación y el reconocimiento por las fracturas, por las cicatrices. Al hombre se le reconoce por donde se ha roto. La realidad original del hombre es indeterminación vacía, y por tanto apenas se distinguen unos de otros. Es necesario dejar paso a las diferencias, que aparecen porque nunca las personas se rompen por el mismo sitio. El proceso de individualización viene dado por el conjunto de fracturas. Por eso en no pocas culturas, para reconocerse a lo largo del tiempo era costumbre romper un objeto por la mitad, y así sus portadores podrían encajar un trozo con el otro. Eso es lo que los griegos llamaron symbolon. Así se reconoce al ser humano, según Jung, no solo por las fracturas del cuerpo sino también del alma”.

Jacito Choza y Pilar Choza. Ulises, un arquetipo de la existencia humana.